title | author | date | bibliography | csl |
---|---|---|---|---|
IAE y el enfoque de capitales |
Renato Vargas |
Marzo 2015 |
zotero.bib |
apa.csl |
La perspectiva de contabilidad capital natural utilizada en este informe ambiental del estado guatemalteco permite entender, no solo la calidad del ambiente, sino la evolución de las relaciones recíprocas de éste con la sociedad guatemalteca y su economía. Reconoce tácitamente una visión integral en la que diversos subsistemas --económico, social, ambiental, institucional-- interactúan, se complementan o entran en conflicto.
A través de la utilización de la perspectiva de capital natural, el informe ambiental del estado puede enviar las señales apropiadas a los responsables de la política, no solamente ambiental, sino económica y social del país. De esta manera se evitarán las acciones en otras esferas que socaven las bases de la riqueza nacional de manera irreversible.
El sistema de contabilidad ambiental y económica (SCAE), a través del cual se mide el capital natural, provee un marco internacional estándar para ordenar las estadísticas naturales de manera que los sucesos ambientales se entiendan en el contexto de los procesos económicos y sociales a los que contribuyen. Este sistema provee una espina dorsal sólida a las afirmaciones que aquí se presentan.
Esto es fundamentalmente importante, pues la contribución significativa que el ambiente hace a la economía debe ser correspondida con la magnitud debida dentro de las acciones de política pública. De igual manera, la asignación de recursos para la gestión, control y recuperación ambiental, así como en las decisiones de inversión de los agentes económicos debe ser congruente con la importancia de lo natural.
Además, la implementación del SCAE en Guatemala es un proceso de país que se acerca a la década de existencia y que se continúa fortaleciendo desde las instituciones públicas con el apoyo del sector académico nacional y la cooperación internacional.
A pesar que la organización económica del país no determina absolutamente todo lo que sucede en un territorio, informes ambientales anteriores [@marn_informe_2013] y el Perfil Ambiental de Guatemala [@iarna-url_perfil_2012] han evidenciado que el uso del ambiente en los procesos de producción y consumo constituye una fuente considerable de fuerzas impulsoras en la evolución de los indicadores ambientales. El capital natural debe entenderse y gestionarse tomando en cuenta un contexto más amplio, en el que el mismo es acompañado de otros capitales para conformar la riqueza nacional.
La riqueza de Guatemala va más allá de la ganancia temporal que el país pueda generar como Producto Interno Bruto. En términos simples, es la base que permite generar ingresos y condiciones de vida de manera constante para la población Guatemalteca anualmente.
El capital natural es una parte fundamental de esa riqueza, no únicamente como proveedor de sustrato a los capitales producido, humano, social [@lange_environmental_2003; @lange_changing_2011; @pearce_blueprint_1989] y financiero según @goodwin_five_2003 , sino como proveedor de bienes y servicios ambientales para generar desarrollo económico y social. La suma de todos los capitales conforma la riqueza total del país.
En un esquema sostenible, estos capitales se deben combinar en diferentes magnitudes para proveer un bienestar social que no disminuya a través del tiempo [@dasgupta_human_2004]. Si la base de riqueza total disminuye, el bienestar futuro se ve comprometido. Eso puede suceder si alguno de los capitales se reduce relativamente, sin que existan inversiones para su recuperación o se invierta proporcionalmente en cualquiera de las otras formas de capital.
Por ejemplo, la extracción de un recurso natural no renovable, que por definición tiene una vida finita, genera rentas para la economía y para el país. Sabiendo que necesariamente ese recurso se va a terminar, es necesario invertir parte de la renta actual en otra forma de capital para mantener el nivel de riqueza del país. Si se quiere seguir generando el mismo nivel de renta después del agotamiento, se podría hacer inversiones en recursos naturales renovables como bosques, en infraestructura o en capital humano, por ejemplo.
En países como Guatemala, el capital natural representa una porción considerable de la riqueza como lo muestran estimaciones del Banco Mundial [@hamilton_where_2006; @lange_changing_2011] . En 2005, año para el que se cuenta con estimaciones mundiales completas, el capital natural representaba el 38% de la riqueza total de Guatemala, mientras que ese indicador alcanzaba el 15% en Latinoamérica y el Caribe, 6% en el mundo y solamente el 1.9% en los países de ingresos altos de la OCDE.
Tabla 1 - Estimaciones de riqueza total y sus componentes 2005 (US$ de 2005 per cápita) (aproximadamente aquí)
No obstante, la medición del desempeño económico tradicional no toma en cuenta aquellas contribuciones que hace el ambiente y que no tienen precio de mercado o propietario. Eso dificulta hacer las inversiones necesarias para asegurar la generación del mismo nivel de renta de esos recursos en el futuro, sea del ambiente o de otra forma de capital.
En el contexto de la política ambiental del país, esta separación de lo concerniente a la naturaleza y lo económico no permite dar la relevancia necesaria a los problemas ambientales. Imposibilita entender que son el efecto de una serie de interacciones económicas y sociales. También hace más difícil la tarea de asignar recursos para la gestión, el control y la recuperación ambiental.
El Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica (SCAE) es un marco multipropósito que describe las interacciones entre la economía y el ambiente, así como la existencia de activos ambientales y sus variaciones. Es la metodología pertinente para la medición del capital natural.
Permite evaluar las tendencias de un conjunto de temas ambientales y económicos, como la disponibilidad de recursos naturales, la intensidad de las emisiones y descargas en el ambiente resultantes de las actividades económicas, por ejemplo [@un_system_2014].
Explícitamente, la contabilidad ambiental y económica provee la compilación de cuadros de oferta y utilización expresados en unidades físicas, cuentas de gasto en protección ambiental y de cuentas de activos de los recursos naturales.
El marco central del SCAE reúne, en un sistema de medición único, información sobre agua, minerales, energía, madera, recursos pesqueros, suelo, tierra y ecosistemas, contaminación y residuos, producción, consumo y acumulación [@un_system_2014].
El SCAE construye sobre los fundamentos del Sistema de Cuentas Nacionales (con el que se mide el Producto Interno Bruto, entre otros indicadores) y utiliza sus definiciones, clasificaciones y reglas contables. No obstante, lo extiende de manera que se contabilice, no solamente los valores económicos, sino los valores físicos de disponibilidad y uso de los recursos naturales, así como de residuos de diversos tipos que regresan al ambiente.
Importancia de la perspectiva de capital natural para las instituciones relacionadas con el ambiente
Es importante que las instituciones vinculadas directamente al ambiente puedan expresar la información que generan y manejan en términos de capital natural por varias razones.
En primer lugar, las reglas contables, clasificaciones y definiciones del marco central del SCAE permiten ordenar las estadísticas ambientales existentes de manera que se entiendan en el contexto apropiado de las presiones provenientes de los subsistemas económicos y sociales.
Además, el SCAE permite dar coherencia a las estadísticas y hacerlas compatibles con otras cifras con las que tradicionalmente no se vinculan. Por ejemplo, es posible vincular eficiencia energética con niveles de empleo dentro del sistema.
Por otra parte, a través del SCAE es posible explicar los problemas y oportunidades de los recursos bajo el control y supervisión de las instituciones ambientales en términos económicos entendibles para el resto de actores.
Al expresar la estadística básica desde un ordenamiento basado en el SCAE, es posible contribuir a mejorar las estimaciones económicas en sí. De esa manera, se puede explicar mejor la contribución a la economía de los recursos bajo la supervisión y control de las instituciones ambientales.
Identificar esa contribución facilita la justificación de mejores presupuestos públicos para la gestión, protección o aprovechamiento de los bienes y servicios naturales.
El contexto que provee el SCAE también brinda la posibilidad de reconocer patrones importantes para la previsión de situaciones futuras, como en materia de seguridad alimentaria o aseguramiento de agua, por ejemplo.
Finalmente, contar con evidencia más solida y completa sobre las relaciones entre el ambiente y la economía permite diseñar políticas públicas acertadas y basadas en evidencia que permitan a la sociedad Guatemalteca superar posibles problemas futuros.